LOS MAESTROS EXTRANJEROS EN CUYO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LOS MAESTROS EXTRANJEROS EN MENDOZA

 

 

 

Podemos afirmar que la provincia a comienzos del siglo XIX no contó con museos, ni academias que pudieran haber permitido desarrollar una estética local. Después de la revolución de Mayo los artistas que ingresaron en el país intentaron registrar costumbres y personajes exóticos, entre ellos uno de los antecedentes más antiguos que se tiene sobre un artista viajero que pasara por Mendoza, es el del pintor italiano Martín de Petris quien habría llegado al Río de la Plata en 1792. El objetivo de su viaje era dirigirse hacia Chile donde más tarde fundaría una Escuela de Dibujo. Entre los años de 1800 y 1850 los que dejaron su huella romántica en Mendoza serán artistas de la importancia como Juan Mauricio Rugendas. Éste llegó a Chile el 1 de julio de 1834, donde desarrollará parte de su obra hasta 1845. En 1837 viajó a Mendoza y San Luis, con la intención de llegar a Buenos Aires, pero en este viaje sufrió una caída de su caballo, lo que le traería problemas hasta el final de su vida. Realizó varias obras relacionadas con Mendoza utilizando técnicas como la de acuarela y óleo, entre sus temas figura la pintura de costumbres y paisajes de la región. Los artistas que más influyeron en la provincia fueron en general los de origen francés.

 

 

Mauricio Rugendas

El 10 de febrero de 1838, Robert Krause  dibujó el accidente en Mendoza de Rugendas

 

Nació en Augburgo (1802-1858), Alemania, fue pintor y dibujante conocido por sus registros de paisajes y gentes de varios países latinoamericanos en la primera mitad del siglo XIX.

Se embarcó en la expedición científica del barón Grigori Ivanovitch Langsdorff, quien requería un dibujante que ilustrara la Naturaleza de Sudamérica

En México, Rugendas había sido encarcelado y desterrado de ese país, acusado de haber conspirado contra el gobierno del general Anastasio Bustamante.

Llegó a Chile en 1834, a la ciudad de Talca  su residencia y fuente de su actividad pictórica hasta 1845 allí participó de tertulias  y conoció  al amor cuando conoció a Carmen Arriagada con la cual inició un largo romance. En 1837 viajó a Mendoza donde sufrió terrible accidente. Esto le significó deudas que cancelaba, repitiendo cuadros ya hechos, las deudas contraídas también las afrontó  con dinero que le enviaba su amigo Alexander von Humboldt.

Publicó su Álbum de Trajes Chilenos. También publicó 10 dibujos en el Atlas de América del Sur de Claudio Gay.

Volvió a Alemania en 1845, donde fue pintor de la corte de los reyes Luis I y Maximiliano II de Baviera.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Dibujo de 1838, en que el propio Rugendas describe su transporte hacia el Desaguadero

 

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